Clase 1 - Todos los cursos. (Obligaos a venir o lo hago yo)

**K´ Dash** Vie Mar 18, 2011 5:53 am

Mis alumnos ya se encontraban en el interior del aula, esperando mi entrada triunfal. Mis troncos apilados en un barril, cuya utilidad era la de escudarme en ellos cuando los alumnos abusaban violentamente/sexualmente de mi, cosa muuuy habitual; también estaban esperando. En efecto, todo estaba listo para la acción. Menos yo. Algo, anatómico, iba mal en mi y decidí que tenía que arreglarlo, antes de presentarme ante los nuevos alumnos. Así que, concentrado, me coloqué el paquete, de forma que inspirase confianza a los demás, y a mi mismo. Una vez preparado, entré en aula con una sonrisa altanera, que denotaba seguridad.

-Buenos días, queridos alumnitos míos. Mi nombre es K´ Dash y estaré encantado de enseñaros la asignatura de "Combate". ¡Biieeeeen! -me presenté, mientras me aplaudía a mi mismo, lleno de orgullo. Y si ellos tenían a bien hacerlo también, ya serían los mejores alumnitos, porque en vez de guardarse su cariño, lo demostrarían .
Salí de mis pensamientos y me acerqué, con suma concentración y solemnidad, a la pared que todos podían ver y colgué un póster -Bueno, no os voy a engañar, que yo soy un buen profe. Yo, en realidad... Quería dar esta asignatura. Pero claro, como la Directora no me dejó y si desobedezco cobro, pero no en monedas sino en leñazos. Aquí estoy, ante vuestros relucientes ojillos adolescentes, que me admiran por primera, pero espero que no por última vez - comenté, colorado, mientras me llevaba las manos a las mejillas, balanceando mis caderas como una niña tonta y enamorada. Acto seguido, colgué un póster en la misma pared, que iba sobre la asignatura que yo quería enseñar. Sonreí al ver las caras de algunos. Seguramente, no tenían ni idea de nada y se estarían preguntando a sí mismos quien sería aquel "hombre tan simpático del bigotillo".
Era mi ídolo desde siempre. Aznar era toda una promesa, un modelo a seguir. Daba seguridad solo con la mirada... Hasta borracho. Cuando veía los pelillos que sobresalían, disparados, de su prominente y peludo bigote, me sentía inspirado por alguna fuerza sobrenatural, que me impulsaba hacia delante.

Me acordé de algo, y no de Aznar. Sorprendente, pero cierto -A propósito, ya sé que sólo son formalidades y esas cosas absurdas que deberíamos dejar en el Baúl de la Abuela, pues yo espero conoceros por los hechos probados, físicamente, y por la intensidad de los mamporros que os peguéis entre vosotros... ¡SIN MATAROS! - entorné los ojos y comencé a toser como un poseso cuando alcé la voz de repente para que quedase claro y tuve que carraspear, para continuar -Bueno, no os preocupéis si escucháis esto de vez en cuando, es mi rugido para ligar. ¡Jua, jua, jua! -reí, pagado de mi mismo, para luego volver al tema que nos concernía -Pues eso, que hay unas fichas que todos, absolutamente todos, los que asistan a esta clase, tienen que cubrir. Pero, no os preocupéis, no serán aburridas. Yo, personalmente, me he encargado de ello y he añadido preguntas y actividades de lo más cool -les dije, mientras comenzaba a repartir las fichas a todos los allí presentes, con un boli incorporado. Si te fijabas en el boli, me veías a mi plasmado en él, con el pulgar levantado y sonriendo con un brillo exagerado en la sonrisa, en la que enseñaba todos los dientes. Era la prueba viviente de mi belleza y de... Lo mal que se me daba el photoshop. Pero, seguro que a mis alumnitos les iba a encantar. Ellos sabían que Profe K´Dash lo hacía con la mejor intención. Me costó contener las lágrimas.
¡Qué tesoros eran mis alumnitos!

El modelo del cuestionario entregado era:

Spoiler:

Repartí unos pequeños estuches en cuyo interior había una superficie forrada con tinta azul para plasmar en el papel, de esta que se utiliza para entintar los cuños y plasmarlos, como cuando la gente se hacía DNI, tras esperar media mañana sentada y muerta del asco. Pues igual. El color se pegaba en las huellas dactilares y las formas.

-Dejad los cuestionarios sobre la mesa, al terminarlos. Fin de la clase de hoy, que tengo sueño y ganas de conversar con la almohada. Ah, y recordad que el próximo día vamos a luchar por parejas, así que, a quien no venga calentado de antemano... ¡Le rompo la pierna! -amenazé, por si acaso. Luego, me di cuenta de que tenía un doble sentido bastante entendible, así que decidí enmendar mi error, no fuera a ser que me tomasen por pedófilo -¡No penséis mal, son músculos! -y, aún sabiendo que mucho no había arreglado, y que me miraban aún peor, me quedé algo más tranquilo.

Según los alumnos iban saliendo por la puerta, los despedía con una banderita blanca, ondeada al ritmo de la música de una canción que había en un CD de éxitos PoPulares, nuevo, que me había pillado hacía 20 minutos en el top-manta. La canción que sonaba se llamaba "Váyase, Señor Zapatero". Y lo mejor de todo era que... ¡Cantaba Aznar! Very Happy

Invitado Vie Mar 18, 2011 11:24 pm

Kirtash había llegado a la clase casi la primera, tal y como le gustaba que fuera. Obviamente, había llegado sola, con la única compañía que la de su fiel camarada Happy, el gato azul parlante y con alas; y vestía sus peculiares ropas góticas, con su largo cabello suelto cayéndole hasta la cintura. Se había sentado en uno de los últimos sitios atrás del todo, un sitio perfecto para observar a los demás seres que poblarían la estancia, y para no ser observada. En cuestión de segundos la clase fue poblada y apareció el profesor en escena. Parecía un tipo serio... parecía, porque nada más comenzar a hablar ya hizo que la peliverde desechara esa idea de la cabeza, aunque ella iba a pasar completamente de ese tipo de comentarios, y sacaría mayor partido de esa clase. "¿Sin matarnos? Qué pena..." Pensó ella, en medio del discurso del profesor peliblanco.

Tras las primeras palabaras de bienvenida y todas esas cosas que al parecer de Kirtash sobraban de mala manera, parecía ser que tenía que rellenar un cuestionario. ¿Más papeles? ¿No llegaban ya con los que tenía que haber escrito al llegar a la Academia? Tsk, esperaba que no tuviese que poner nada comprometedor... no le gustaba mentir, más bien ocultar la verdad. Pero su verdad era demasiado abrumadora e importante, y si hacía falta, lo haría. Empezó a leer por encima, y volvió a decepcionarse. Esto debía de ser una broma de mal gusto, porque otra explicación no le veía. Comenzó a escribir.

Spoiler:

- ¡¡Aye!! Me toca - Dijo Happy, enérgico, dejando su patita marcada al final de la hoja. Parecía ser que tenían que buscar pareja para la siguiente clase, y que esta había terminado. ¿Por qué narices tenía ella que ir de pareja con alguien? ¿No podía ir solamente con Happy? Asco de vida, nunca mejor dicho. Se levantó del asiento, dejando su cuestionario tal y como K`Dash lo había pedido, y caminó hacia la salida sin dirigir una palabra a nadie, con Happy en su hombro derecho.

**Alyssa Dash** Sáb Mar 19, 2011 1:43 am

Decidí cubrirme con una capa, como una encapuchada, para asistir a esta clase. Me senté al final de la clase, para no levantar sospechas. Justo al lado de una muchacha de pelo verde de la que todos huían. Oh, por fin algo de espacio vital. ¡Cuanto subnotmal!
Me acomodé como si anduviese por mi casa. Conociendo a Kuro-chan, no me diría nada, ni aún siendo Profesor. Siempre tan negligente y confiado... Eso me permitiría sorprenderle, cuando viese mi nombre en una de las fichas cubiertas. Podría hasta ser más divertido de lo que yo pensaba.

Pasaron los minutos, minutos que tardaban en pasar y se me estaban haciendo eternos, como una condena. ¡¡¡No podía creerme que mi hermano fuese todavía más imbécil de lo que demostraba en casa!!! Tuve que esforzarme para no hacer una palmface. Me contuve, aunque la mandíbula amenazaba con desencajárseme. Creí que me moría. El toque de gracia fue, aparte del bolígrafo tan chungo que nos había repartido, el estúpido cuestionario de las narices.
Tratando de no llamarle de todo, respiré hondo y rítmicamente, mientras lo leía detenidamente y meditaba mis respuestas. Aunque, todo sea dicho, no hacía puñetera falta.

Spoiler:

Tras haber entregado, con rapidez, entre toda la multitud; el cuestionario, e irme, acompañada de una canción de lo más estúpida... Guardé el bolígrafo, con el que me había inventado una huella de animal de lo más lograda. Que no se quejase de que, por ahora, le estuviese sigueindo el juego, rebajándome.

**Soren Barnes** Sáb Mar 19, 2011 2:41 am

Nada más entrar en el aula, me di cuenta de que estaba sentado en primera fila... Otra vez.
¡NO! ¿Por qué siempre a mi?
Comencé a respirar aceleradamente, pero tratando de disimularlo. Por suerte, había aprendido durante mi corta vida, unos ejercicios de relajación que iban guay del paraguay en estos casos. Dejé volar mi mente hasta que quedé en un estado de tranquilidad extrema. Eso sí, fue posible gracias a que nadie me miraba, ni bien ni mal, todos conjeturaban acerca del nuevo profesor, que debía de estar a llegar.

Así fue, entró por la puerta con pintas de macarra y aires de chulito, como si nos fuera a meter una paliza a todos y dejarnos en el sitio. Iba de simpático, pero era fácil ver esa sombra en su rostro, ese indicio de demencia en su mirada... ¡Este tío daba mucho miedo!
Mis ojso se abrieron de par en par, ante la sarta de tonterías que decía, y que conseguían intimidarme. Al final, nos dio una ficha, que teníamos que rellenar con un bolígrafo que tenía su cara tatuada.
¡Lo sabía! ¡Era un dictador! Exigía censura: Solo hablar de combates, solo entablar combates, sólo hacer caso al profesor de combate, nada más que escribir hojas de la clase de combate, sólo artículos con la cara del profesor de combate... ¡¡TODO COMBATE!!
Éramos la raza aria. Nos iba a exterminar...
Pero, yo tenía que ser fuerte.

Mientras me entregaba el cuestionario y el bolígrafo, los peores pensamientos me pasaban por la cabeza y tuve que apretar los lacrimales para que no se contrayesen y dejasen escapar miles de lágrimas. Mis labios estaban fruncidos, esperando soportar y mi mano temblaba tanto que me costaba escribir y me salía un trazo movido e inseguro. Por suerte, era entendible.

Spoiler:

Nos quería vigilar, conocer y... Sobraba espacio. Eso quería decir que, probablemente, ¡yo sería quein llenase ese hueco, con mi vida! Sin poder controlar más la ansiedad, salí corriendo del aula, agitando las manos en el aire y moviendo las piernas a toda velocidad, mientras lloraba a grito pelado por el pasillo adelante.

Tenebrae, quien no entendió nada de lo que me pasaba, desde el principio, se quedó mirando mi huida, perplejo. Con una pata, finalizó el último apartado de la ficha, el de sellarla con la huella de la mascota. Con la mano que le salía en la punta de la cola, Tenebrae le acercó la ficha al Profesor K´ Dash -Que disfrute usted de una buena siesta. Hasta la próxima clase... -se despidió, no muy convencido de lo último, y me siguió, perdiéndose en las tinieblas, de nuevo.

**Asbel Lhant** Dom Mar 20, 2011 12:34 am

Mieu también se quedó en mi hombro durante esta clase. Aunque, al ver entrar al profesor, me dio bastante reparo dejarlo ahí, por si alguna de las estupideces que estaba haciendo le terminaban por afectar. Mieu era bastante impresionable y este espectáculo de mal gusto al que se le llamaba "Profesor" podría provocarle traumas irreparables.

Atendí al paripé mental que el Keidax, a quien antes había visto en el comedor, o como se llamase... Payaso. Eso es, que ambos atendimos al espectáculo que payaso nos estaba ofreciendo, por suerte o por desgracia. En algunas partes, a Mieu se le desorbitaron los ojos de la impresión, en otras se le desencajó la mandíbula y quedó algo shockeado. Nada grave, ya que, durante algunas partes de la actuación, le había tapado los ojos para que no se traumatizase de por vida.
El Payaso realmente hacía honor a su nombre. Por suerte, dejando a un lado la ingente cantidad de insultos que me pasaban por la cabeza, no era una gran molestia. No sería difícil aprobar la asignatura. Mi problema no era esta, al menos.

Leí el cuestionario y lo cubrí, lo más sincero que pude, dada mi condición de alumno; y con gran velocidad. Tras haber respondido a preguntas que no tenían el menor de los sentidos, hice que Mieu firmase con la pata y me fui, aprisa, en medio de esa ridícula canción. Acaricié la cabeza de Mieu, suavemente, para calmarle. Estaba más azul de lo habitual y no sabía si eso tenía que preocuparme o era que se estaba bronceando, por algún extraño motivo.

Spoiler:

**Yami Kyoya** Dom Mar 20, 2011 5:18 pm

Esta vez, había ido a la clase con mi fiel amigo, Miku. El redondo, pequeño y amarillo pajarillo quien había salvado de mis propias garras por puro capricho, quien terminó siendo mi único nakama, mi único amigo, estaba a mi lado, cantando su canción. La canción de Namimori. Cuando hubimos traspasado la puerta, Miku calló y se posó en mi hombro derecho. Otra vez, estaba aquel aborto de la naturaleza junto al Torre. Cada vez que lo miraba me preguntaba que era lo que lo rodeaba, ¿un flotador? ¿Un anillo de tamaño desproporcionado? En fin, daba igual.

Me senté en primera fila, ya que esta sería la clase que esperaba que más me gustara, ya que era mi verdadero fuerte. Casi sentía emoción por conocer al bravo guerrero que aparecería ante nosotros, porque claro, si en magia y historia había un guerrero mago... Imaginarme lo que habría aquí sería algo casi imposible, ¿nos daría clase un soldado de élite? ¿Un rey licántropo, conocidos por su fiereza en vez de su estrategia? O tal vez un sabio vampire, conocidos por su crueldad y su forma sádica de actuar? ¿Un gorgone que no se sabría contener? Muchas preguntas, que en poco tiempo tomarían forma... Para mi desgracia, había tomado una forma que no me agradó en nada. La sangre casi me llegaba a fluir por las venas. Si me daban media hora con este tipejo...

<<Quejas mentales:
1.- ¿Tu padre dudaba que fueras suyo no? Porque macho, a ver quien te quiere poniendote como nombre Quedas...
2.- Porque cojones empiezas gritando, ¡tenemos buen oído, pedazo de subnormal!
3.- ¿¡Como que no matar?! Bueno... Supongo que al menos, podremos dejarles malheridos...
4.- En serio, esos chistes son propios de un falto mental, vete a un jodido médico ¡ya!
5.- No, no será por última vez, pero porque sino, no paso de curso... Lo que tengo que aguantar... Es casi tan desesperante como Atsuko...
6.- Ah... ¿Que la ficha la remoldeó a su gusto? ¡Eso! Pásate las normas por los huevos...
>>

En cuanto iba a agarrar el bolígrafo que nos entregaría, me fijé en el dibujito de la cara del profesor... Esto debía de ser una broma. Lo dejé a un lado y escojí el mío, uno negro, con llamas rodeándolo. Ahora sí, empecé a escribir el absurdo test.

Spoiler:

Tras que Miku se posara en el papel, le limpié con un pañuelo blaco que tenía en el bolsillo de mi chaqueta su pata y este, tra piar, se me apoyó en la cabeza. Levanté mi mano y mi dedo índice en forma de que se pudiera apoyar allí, Miku accedió y se apoyó donde mi dedo. Me levanté, entregándole el papel al profesor, después de Asbel, otra vez y de un chaval que corría, como si el alma se la llevase el diablo, o como si me tuviera a mi enfrente. Pasando de demás hechos, me retiré. El profesor se había quedado allí, al parecer, se iba a hechar una siesta... Definitivamente, era retrasado.

**Dark Bidevan** Dom Mar 20, 2011 6:14 pm

Con temor, entré en la clase. Me había salvado en la clase anterior. Pero en esta clase, casi seguro que no. Parecía una conspiración, una conspiración contra mí T___T
Para mi desgracia, Yami había llegado antes que yo y, para desgracia del chaval que parecía que me caería bien, se sentó a su lado, probablemente, sería su comida. Yo me senté al lado de un chico totalmente apático. Al parecer, no tenía emociones, en verdad prefería esto antes que a las emociones del vampiro antes nombrado.
Me intenté tomar la clase con la mayor calma que pude, pero sentía otra vez esa sensación de que me estaban matando mentalmente, al menos, esta vez tenía menos miedo, ya que Yami estaba a un par de asientos lejos de mí y, con sus tonfas, no me podría matar... Creo.

El profesor llegó y me alivié totalmente, parecía muy agradable, muy majo y un poco raro, por lo de Aznar... Pero bueno, que se le va a hacer, era en la academia, de los mejores que me caían. Un ser normal... Al fin... * -* ¡Un milagro divino! Y yo que pensaba que este sería el peor... Mira que pensar cosas así de él. ¡Si era más majo y no nacía!

Al parecer, al compañero que tenía a mi lado, no le parecía lo mismo, pero seguro que con el tiempo cambiaría de opinion. Que sí, que era un profesor de combate, pero era más majo ¡...!
Cuando llegó la hora de rellenar la ficha, yo lo hice encantado. Hasta había olvidado a toda la gente de atrás que me querría matar.
...
La acabo de recordar... Casi me pongo a llorar en aquel momento, pero otra vez, saqué valor (de a saber donde, porque yo comprarlo no lo compré y de serie como que no...) e intenté hacer la ficha con normalidad. Al parecer, no nos mataríamos en esta clase, ¡estaba prohibido! Que fantástica noticia.

Lo que me llegó a sorprender fue el material que nos entregó, una ficha remoldeada a su estilo y un bolígrafo con su cara, con el que, al recibirlo, no pude reprimir una leve sonrisa.

Spoiler:

Tras entregarle esto al profe, me despedí. Y perseguí al chico rubio, pero para mi extrañar, se había marchado corriendo, y su ¿mascota? se despidió del profesor por él.

- ¡¡Ehhh!! ¡Espérame! - Le dije al chaval, por lo que podía haber visto en su ficha, era un rango superior que yo. Jo, pero que majo. Espero que no me amte * -*

**Anise Tatlin** Miér Mar 23, 2011 3:55 pm

Una vez más, como en clase del Gorgan(Ro)llito de Primavera; teníamos que quedarnos esperando al profe... Esperaba que no me rugiesen las tripas en medio de clase, otra vez. O, si no, no dudaría en comerme, literalmente, al pobre incauto que asomase su jugosa y nutritiva cabeza por la puerta de entrada.
Cuando vi que fue el profe Kedas quien entró, al que ya había visto en el comedor, me tranquilicé, ya que no me inspiraba ningún tipo de diversión culinaria que no fuera hacerlo a la parrilla y deformarle la cara, ¡para luego hacerle una nueva con Ketchup!

Profe Kedas empezó a hablar de un tipo llamado Zenar, o algo así. El nombre le iba que ni pintado, porque su bigote me recordaba a una barrita de chocapic y las arrugas de su frente tenían forma de barquillo de helado. Aparte, sus ojos tenían cierto parecido con un par de guisantes, pero preferí excluir ese detalle de mi mente, para centrarme en lo que decía el peliblanco.
Al final, resulta que la Zena esta se había inventado una nueva asignatura o algo así, y que el profe la quería impartir y la Directora no le había dejado... ¡Normal, es que, que despistado era este hombre!
¿Es que no se daba cuenta que la hora de la cena era muy tarde para dar clase? Luego hay que dormir y descansar la comidita.
Menos mal que Nyna estaba en todo. Estos hombres de hoy en día...

Por el bien emocional y estomacal de Profe Kedas, me empleé a fondo en cubrir su ficha de forma original -Preparaos para mi... ¡¡Chocolate attack!! -grité, en medio de la clase, mientras alzaba el boli con la jeta de Kedas pintada, pero que brillaba más que una mousse recién sacada del horno. Mmm... Me preguntaba como haría el las mousse...

Spoiler:

Al darme cuanta de que me quedaban un par de bolitas de arroz, para el recreo, en el interior de Tokunaga; se me ocurrió firmar pegando con saliva cuatro granitos de ellos, para hacer el paripé de la bola de arroz mutante.
Cuando veía los granitos pegados, unos al lado de otros, no podía evitar imaginarme lo monosa que sería esa mascota si, de veras, existiese. Me marché de clase, tras entregar la ficha.
Me seguía preguntando si el tal Zenar sería comestible...
curiosin

**Ikuto Shineko** Sáb Abr 02, 2011 5:23 pm

Como era costumbre en mí, había llegado tarde a la clase. ¿Cómo lo sabía? La puerta estaba cerrada. Nada más plantarme delante de ella. me llevé una mano al pelo, revolviéndolos perezosamente, para llamar a la puerta con esa misma mano. - ¿Se puede? - Pregunté, casi retóricamente, porque no esperé dicha respuesta para cerrar la puerta tras de mí, y echar un rápido vistazo a la clase, para localizar un buen asiento. Ah, claro, y mirar primero al profesor.

Pelo blanco, piel morena, joven... parecía un tipo duro, justo lo que se esperaba para un profesor de Combate. Antes de llamar más la atención - por llegar tarde y esas cosas, ya suponía que mis orejas y mi cola sobresalían lo suficiente - me apresuré en sentarme, sin detenerme a mirar bien el/la compañer@ de al lado... aunque claro, esos cabellos verdes no podían pasar desapercibidos. En cuanto me hube fijado en ese detalle, todo pasotismo abandonó mi cuerpo, y podía apreciarse que mis orejas se movían alegremente. - Kirtash-nyaan ~ me alegro volver a verla - Susurré, mostrando una sonrisa torcida, para luego quedarme en silencio e intentar prestar atención a la clase.

Mientras el profesor daba el mítico discurso, mis piernas misteriosamente se posaron encima de la mesa, colocándome tumbado en el propio asiento, acomodándome para lo que pensaba que iba a ser un muermazo. Pero no lo fue, dicho profesor había fastidiado su toque de chulería con la primera palabra pronunciada, y ahora no cabía en mi asombro. ¿Cómo podía ser profesor alguien como él? Bueno, no soy quién para juzgar el selecto equipo de profesores... o eso quiero pensar, que es selecto. Tomé la hoja que nos daba, y empecé a rellenarla.

Spoiler:

Tras terminar el trabajo, lo coloqué en la mesa del profesor, y tras un maullido abandoné el aula rápidamente.

**Atsuko Himura** Dom Mayo 01, 2011 11:01 pm

Nada más entrar en el aula, Atsuko se sentó al lado de Yami, sitio vacío. Era un golpe de suerte, ya que, al estar adyacentes, podría observarle hasta que se le gastasen los ojos. Incluso, aunque estuviese cubriendo un papel, insultando a alguien, odiando... Yami siempre sería el más guapo a ojos de Atsuko. No podía ser de otro modo, ya que era su amor platónico. Aunque, para ella, era el amor de su vida.

Para variar, una vez llegó el profesor, dirigió su mirada hacia él y, tras escucharle, pensó que era exactamente el tipo de profesor que cualquiera desearía tener. Era una evidencia para ella. Sin embargo, una vez más, la opinión del resto de sus compañeros parecía ser otra. Atsuko no se enteró de ello sino que, por el contrario, pensó que todos no podrían estar más de acuerdo con su opinión. Sin ir más lejos, no paraba de cavilar acerca de hacerse amiga del Profesor, ese hombre tan simpático, de nombre K´ Dash. Sí, sería uno de sus proyectos de futuro.

Cuando el profesor le dio la ficha y el boli, no pudo evitar sonreír todavía más de lo que lo hacía su, prácticamente, permanente sonrisa. Entonces, miro a Yami, para ver su reacción, luego a una chica de pelo verde, luego a Dark, a las gemelas... Todos escribiendo. Para quedar bien, se puso a leer el cuestionario y a resolverlo.

Spoiler:

Como había terminado demasiado pronto de rellenar el cuestionario, le hizo un dibujo al Profesor de su mascota imaginaria. La mejor compañera para Atsuko sería ese tipo de mascota. O, más bien, esa era la impresión que a ella le daba. Por suerte, no tenía edad para tener mascota, todavía. El mundo se libraba, por ahora.
Se levantó de un salto y le dejó el cuestionario al profesor -Adiosiiito - y se fue corriendo tras Yami, como siempre hacía. No había error en su conducta.

**Elexya C. Wilder** Mar Mayo 31, 2011 12:41 am

Nada más entrar en clase, me senté en el primer pupitre vacío que encontré, para variar. Poco me importaba donde sentarme. Con aprobar, a mi ya me bastaba. Estaba demasiado ocupada pensando en el paradero de Cathe como para preocuparme por detalles tan banales como el sitio que llenaría en clase. Sin embargo, cómo siempre, sería divertido escribir todas las impresiones que me produjese aquel individuo que nos daría clase de combate.

Le vi aparecer, con esa sonrisa altanera y su aire confiado... Decía una cosa divertida tras otra y no podía dejar de reirme a carcajadas, sin molestarme siquiera en disimularlo. Estallé y comencé a aporrear la mesa entre sonoras risas, mientras me ponía roja de llevar tanto tiempo sin respirar. Solían decir que era bastante insano.
Una vez pude contener la risa, lo suficiente, con morderme el labio; saqué mi cuaderno y le dediqué un apartado: "K´ Dash. El nombre más raro de la historia y que, pasará a la historia. Dice una sarta de estupideces, encabezando siempre a la mayor de ellas. No me extrañaría que cualquier día nos hiciese entonar canto gregoriano ante el póster de Aznar, al entrar en clase... Estoy, plenamente, convencida de que es la reencarnación contemporánea de un bufón de la Edad Media. ¡Es un ídolo! xD"

Entre dientes, no podía evitar que se me escapasen ciertas risas de baja intensidad y, algunas, que, incluso, parecían pedorretas o algún tipo de ruído parecido. Me moría de ganas de ver luchar a este peliblanco, difería notablemente de los otros miembros del profesorado, cosa que le daba todavía más interés...
K´ Dash: 1- Nyna: 0

Cuando el cómico individuo repartió una serie de ridículos bolígrafos, mis risotadas volvieron a resonar por todo el aula, reventando, sin duda, los oídos de todos los allí presentes. Lágrimas se deslizaron, a borbotones, recorriendo mis mejillas a toda velocidad, mientras yo hundía mi cabeza entre mis brazos y la mesa, divirtiéndome como no había hecho en mucho tiempo.
En el momento en que me sentí capaz de cubrir el cuestionario, me limpié las lágrimas, sorbí los mocos y aguanté la risa, de nuevo... Lo que durase...

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