1ª clase, obligatoria para todos los cursos.

**Gorgan Phylicks** Jue Dic 30, 2010 5:51 pm

Con la mano derecha puesta en mi bolsillo del pantalón negro y la otra manteniendo mi maleta de un color amarronado, quien estaba apoyada en mi espalda, vestida por una fina, aunque no mucho, camisa blanca. Mi tatuaje se podía ver a la perfección el día de hoy, para variar.
Saqué mi mano de mi bolsillo, y toqué el pomo de la puerta, estaba tibio a comparación de mi piel, abrí la puerta y la cerré mientras seguía entrando. Dejé caer la maleta en la mesa, que también era marrón, hecha de roble de muy buena calidad. Me senté en la silla y, apoyando mis pies sobre la mesa, recubiertos por mis calcetines y mis zapatos, también negros.

Alcé mi cabeza para mirar a la escoria que tenía por alumnos, allí se encontraban todos, uno jugando con una navaja, otros con libros y como no, los que estaban siempre de cháchara... Todos aquellos seres inferiores me llegaban a dar una sensación de repulsividad bastante grande, aún así, tendría que continuar con el curro.

- Hola, soy el nuevo profesor de magia y, para los que asistáis a historia, también me encontraréis allí impartiendoós clases. Mi nombre es Gorgan Phylicks. Os he combocado a todos aquí para el simple hecho de que nadie interrumpa mi clases si este no puede entrar. - Comencé a decir, con un tono que no expresaba ni agresividad ni compasión. Mientras tanto, entrecrucé mis brazos y desvié mi vista hacia la ventana, un día donde el sol no dominaba por completo, ya que algunas nubes blancas aparecían. - Al caso, que cada persona tendrá que entregarme un folio escrito con sus magias latentes. - Decía, mientras señalaba los folios con mi mirada, quienes estaban encima de las mesas, junto a las plumas. - En estos folios debéis, también, escribir vuestro nombre y apellido, raza y, por último, vuestro curso. - Les decía a aquellos despreciables seres, quienes parecían no estar muy atentos a lo que decía. Empecé a escribir en la pizarra, tras anteriormente haberme levantado y obtenido una tiza de mi bolsillo de la maleta.

Spoiler:

Tras esto, me volví a sentar en mi cómoda silla, que esto parecía una jodida monarquía. Porque claro, yo, que evidentemente era muy superior a todos estos... ¿Energúmenos? Por llamarlos de alguna forma, tenía una silla superior, como si de una clase de un nivel más alto yo perteneciese. <<Tsk, que mierda de sociedad>>

FdR: Las magias latentes pueden ser: Oscuridad, Luz, Hielo, Agua, Agua Hirviente, Fuego, Lava, Pûru Ignis, Viento, Niebla, Rayo, Tierra, Nature y Arena.

**Sanaki D´ Ors** Jue Mar 17, 2011 4:48 pm

Vi llegar al nuevo profe y me quedé mirándole mientras soltaba el típico discurso de principio de curso. O sea, tío, de presentación. Yo no necesitaba esas cosas, porque yo ya sabía a lo que venía en cada clase. Yo era una persona culta. Tan y tan culta, que me quedé mirando las acciones del profesor, mientras fingía atenderle y me quedaba inmersa en mis importantes pensamientos sobre como vestirme al día siguiente, y los días de examen. Una cosa estaba clara: ¡Nada de repetir conjunto en la misma semana!
Anda que... Para que me tomarán por una Pordiosera... ¡Já! Tonterías a mi, nanay.
Cuando volví a conectar, escuché algo de un folio y nosequé. No me había enterado, pero no pensaba reconocerlo, ni mucho menos, preguntar. Una vez más, no lo necesitaba. Bostecé e hice que me estiraba un poquitín, aunque sin perder toda mi clase y sofisticación. Así, pude ver, y memorizar, los apartados que un chapón escribía en su hoja. Esbocé una sonrisa torcida e hice lo mismo. Las personas dedicadas eran taaan útiles... En fin

Me acerqué a entregar mi trabajo, escrito con boli negro (con pompones colgando), con letra curiosita y disimulados corazoncitos, en lugar de puntos, encima de las ies. Es decir, mi ficha era tan linda como todas las mías
Ya me sentía satisfecha y realizada.

Spoiler:

Invitado Vie Mar 18, 2011 11:48 pm

Todo a su alrededor era completamente ajeno a ella, Kirtash parecía buscarle más entretenimiento a los dibujitos de la mesa que a los demás "compañeros" hablando entre ellos, como parecían estar haciendo. Casi podía sentir el alegre latir de cada uno de los corazones de los demás, y en vez de darle ganas de sangre, le daba asco. De vez en cuando alguno de ellos se había acercado a ella para dirigirle la palabra, ya que estaba sola en un rinconcillo en la clase, pero Kirtash se había limitado a dirigir una gélida mirada - sin odio alguno, tan solo era su mirada natural - para que cambiasen de idea y volviesen en sus pasos.

Cuando al fin el profesor había entrado en el aula, la peliverde alzó la cabeza. Lo recordaba por haberlo encontrado en el camino, y recordaba perfectamente el extraño nombre del ser... peliblanco. "¿Es que esto está lleno de peliblancos? Tsk, que aburrido..." Al menos, entre profesor no era como K`Dash, era más serio y había causado mejor impresión en Kirtash... aunque, como era de esperar, no había abierto ninguna simpatía en ella. Para variar, aunque estuviese aislada, en esta clase estaba sentada al principio de todo el aula, y el profesor no podía escapar del campo visual de los incómodos y horribles ojos de la peliverde.

Y de nuevo, a rellenar estúpidos papeles. Kirtash comenzaba a pensar que había sido una horrible idea venir a la Academia, si lo único que hacían era escribir en papeles cosas de sí mismos. Que esa era otra, ¿por qué tenía que escribir cosas de ella? ¿A quién le importaba? Eran sus cosas, punto. Agarró una pluma, mojándola en tinta, y escribió con su peculiar letra pequeña y juntita, de forma que se podía percibir que no lo escribía con gusto.

Spoiler:

Tras escribir, cruzó los brazos entre sí y se quedó clavando su mirada en el Phylicks presente, esperando que hiciese algo más a parte de darles papeluchos, o de lo contrario, se buscaría ella la manera de recuperar el poder perdido. En fín, así era como actuaba, quería lo que quería y rápido, pero... ¿Y luego?

**Alyssa Dash** Sáb Mar 19, 2011 1:22 am

Llegué a la clase de magia, tranquila, sabiendo que ni el bueno para nada de mi hermano, ni su señorita de compañía la impartían. Probablemente, la persona que daba esta clase era decente y valía la pena. Tal vez, pudiese convertirse en una futura amistad, cuando yo tomase el puesto de mi hermano. Si, eso estaría bien. Especialmente, si teníamos en cuenta mis tremendas meteduras de pata en lo referente a la magia. No era mi fuerte, en absoluto.
De brazos cruzados, sobre la mesa y piernas cruzadas, atendí a todas y cada una de las palabras que el serio profesor noes decía, hasta que escuché su nombre. Un escalofrío me recorrió la nuca y lo repasé de arriba a abajo... Familiar de la estúpida de Nyna, seguro. El parecido era tan evidente que casi se me cae la cara de vergüenza, por no haberme dado cuenta antes.
Respiré hondo, y continué atendiendo, pues a eso había venido. Aparte, este hombre no parecía un neandertal, cosa que me gustaría poder decir de mi hermano; ni una buscona, cosa que me gustaría decir sinceramente de su, a juzgar por la edad y el parecido físico, hermana gemela.

El profesor tenía ganas de matar árboles, con el fin de almacenar nuestros datos personales. Cubrí la ficha a toda velocidad y, luego de entregarla, me quedé inmersa en mis pensamientos durante un cierto período de tiempo. Esto se encontraba plagado -Sí, una plaga tremenda- de Phylicks y su irritante ralea. Tenía que buscar alguien decente en este estercolero, si no quería volverme loca en cuestión de semanas.

Spoiler:

**Soren Barnes** Sáb Mar 19, 2011 2:12 am

Miraba hacia todos lados, frenético, pero sin mover la cabeza. Estaba sentado en primera fila y eso me daba un corte horrible, hasta el punto de que había enrojecido por complejo. Aún así, escondí parte de la cara bajo el chal que me cubría cuello y hombros, y pude seguir la explicación de la clase.
Al no estar Tenebrae conmigo, sino oculto en una dimensión paralela, me sentí algo extraño. Traté de calmarme y ganar confianza, para relajarme y aprender todo lo posible.
Aún así, mi único momento tranquilo fue el de cubrir la ficha, en la que centré toda mi mente y, por fin, fui capaz de olvidar todas aquellas miradas que, imaginariamente, sentía posadas en mi... Pensando coss horribles e insultantes. Cuanto más me estresaba, más fuerte escribía. Mi ficha, entregada, terminó escrita con la letra más cargada que había visto en mi vida. No me faltó mucho para atravesar el papel. Suspiré, aliviado, al no haberlo agujereado, o seguro que, entonces, sí que sería un bicho raro...

Spoiler:

**Asbel Lhant** Dom Mar 20, 2011 12:05 am

Nada más entrar en el aula, me senté y permanecí en silencio. Mieu, desobediente criatura a la que le había dicho que se quedase al margen de las lecciones teóricas, había insistido fervientemente en venir aquí hasta que consiguió hacer que me doliese la cabeza. Finalmente, le permití que me acompañase, siempre que se mantuviese en silencio y sin flotar por la clase adelante.
Ahora mismo, sentado en mi hombro, no era difícil apreciar el sobrenatural esfuerzo que estaba haciendo por quedarse callado, sin molestar con su voz chillona y, en mi opinión, aniñada y femenina.

Cuando llegó el profesor, acomodó sus cosas y tomó asiento. A pesar de su aspecto y de ser hermano de alguien tan... Particular, como la Directora, me inspiró cierta sensación de respeto. No demasiada, pero me resultaba bastante familiar. Aunque, todo sea dicho, no caía en el porqué
En resumen, las palabras del profesor fueron para introducir una ficha para rellenar, cubierta con nuestros datos personales, para que el hatajo de subn... gente no muy avispada que venía a esta clase, no hiciese ninguna majadería.
Asentí con la cabeza y me dediqué a cubrir el cuestionario. Para, luego entregarlo.

Spoiler:

**Yami Kyoya** Dom Mar 20, 2011 4:34 pm

Entré en la clase con total normalidad, me senté al lado de un chaval que tenía un bicho raro cerca de él. Esperaba que el profesorado estuviera a la altura necesaria para mi nivel, no como los de la gentuza que se encontraba aquí.
Al parecer, por la forma de actuar de quien tenía a mi lado, no era el único que pensaba lo mismo, podría llegar hasta a "divertirme" con aquel chaval... Aunque claro estaba que le quedaba mucho por aprender, al parecer, era un rango inferior al mío.

El profesor llegó y cerró la puerta sin siquiera mirarnos, acomodo sus cosas. Una falta de respeto total. Seguramente sería un debilucho físicamente, que tan solo sabía dominar la magia... Y si la llegaba a dominar...
Eso fue lo que pensé, hasta que su nombre resonó en mis oídos. Gorgan Phylicks. Por su apellido, deducí que sería el hermano de la directora, quien me había castigado cargando con la niñata que se creía mi novia. Menudo asco, la insoportable Atsuko... Joder...; por el nombre algo me decía que lo conocía, pero no llegaba a recordar de qué...

Tras terminar su breve, escasa y cortante presentación nos dió una ficha para rellenar. Al parecer, estaba chapado a la antigua, ya que nos hacía escribir con plumas. ¿Sabrá que estamos en el siglo XXI? Sin darle demasiada importancia al hecho, ya que era escoria, como todos los presentes, y empecé a escribir la ficha.

Spoiler:

Tras entregarle la ficha, después del tío que tenía un bicho al lado. Del cual pude mirar su nombre y su curso. Asbel Lanth, Torre. Miré a los ojos del profesor, quien ni tna siquiera me devolvió la mirada, sus ojos parecían vacíos. Y su cuello tenía una marca. Recién ahora había caído en la cuenta, Gorgan Phylicks, había participado en una de las guerras de este mundo, con el propósito de buscar a su hermana... Que irónico, un guerrero acaba siendo un simple profesor, seguramente no era lo fuese anteriormente y se retiró, pero eso no me impediría hablar con él. Junto a la ficha, conjuntado con un clip le envié una nota donde tenía puesto: "Quiero comprobar cuan débil eres, después de clase me gustaría morderte hasta la muerte..." Esperaba que no se acojonara, sino me decepcionaría...

Me volví a mi sitio y le dije a Asbel mi nombre, con un tono desafiante. - Kyoya, Yami. - Le tendí la mano, esperaba que al menos fuera con alguien medianamente inteligente y medianamente serio pudiese entrenar, por si el profesor demostraba su miedo...

**Dark Bidevan** Dom Mar 20, 2011 5:42 pm

Al final, me había librado del Kyoya y de la niña llorona, Atsuko, pobre niña... ¡Pero que digo! ¡Pobre de mi! T__T Yami, digo Kyoya, casi me mataba con sus tonfas y yo apenas me podía defender con mis dos espadas, pues vaya, que bien... Aunque mis espadas estuvieran poseídas por el ying y el yang, es decir, por oscuridad y luz, aún no las controlaba demasiado bien. Aún así, estos eran mis poderes latentes.
Dí una bocanada de aire y recé para que el vampiro no estuviera en clase, ni tampoco la joven Atsuko, la joven y llorona de Atsuko. Todo, todo lo malo, me pasaba a mi. Cerré los ojos, abrí la puerta y pasé, cuando volví a abrir los ojos, toda una banda de miradas me traspasaron, acuchillándome. Joder, joder, joder, todos me quieren hacer picadillo... Me dieron ganas de salir corriendo, como un desesperado, pero no. Tenía que asistir a clase... Aunque sea, la primera. Me senté en primera fila, asi, si me apuñalaban, me enteraría menos. A mi lado se encontraba un chaval que tenía, al parecer, mi edad, incluso unos años menos. Aunque dependiendo que raza fuese, tendría más o menos potencial mágico. Eso fue lo que me explicó alguien, cuyo nombre ya no recuerdo... Parecía que se le pasaba por la cabeza las mismas atrocidades que a mi. Suspiré, al menos abría alguien que pensaba como yo y no todos eran o extremadamente agresivos o extremadamente llorones. Le sonreí y le dije mi nombre, esperaba que llegásemos a ser amigos. Y que no me matara, sobre todo, lo segundo.

El profesor entró en la clase, parecía un pasota total. Nos mandó hacer una ficha y yo, con gusto la hice. Igual salía vivo de esta clase y todo... Que bien.

Spoiler:

Tras aberle entregado la ficha, me volví a sentar en mi sitio. Aún no había divisado a Atsuko, igual no venía... O igual estaba escondida en algún sitio... El caso me daría igual mientra no me mirasen...
Cada momento que pasaba, para mí, era un milenio. Estaba impaciente por salir pitando de esta clase.

**Anise Tatlin** Miér Mar 23, 2011 3:29 pm

Nada más llegar, había tomado asiento cerca de la mesa del profesor, por no moverme más, ya que me daba una pereza impresionante. Una vez asentadas mis posaderas, me puse a jugar con Tokunaga, el muñeco-mochila que siempre llevaba colgado de la espalda y donde, esta vez, no llevaba nada de interés, para variar.
Me aburría y me preguntaba cuánto tiempo más pensaba hacernos esperar el profesor.
Que era el primer día, jopé...

Sin embargo, justo cuando pensé aquello -gafe de mi- fue cuando cruzó la puerta, con esos aires de señorito fino que solían estar de moda, al parecer. O, al menos, era la impresión que daba al observarlo a él y a la señorita de cabellos rosados que, por suerte... O por desgracia, no era la imbécil de Maya. La verdad, podrían hacer un concurso de amanerados en esta academia. Todos venían siempre tan arreglados... ¡Y pensar que yo pillaba la ropa más cómoda del armario! Con mi vestido, mis medias y mis coletitas, me sentía como si hubiese venido a clase en pijama. La pega es que sabía que no había venido a dormir, ni mucho menos.
El profesor nos dio unas fichas que teníamos que cubrir. Mientras, me quedé mirándole, fijamente. El profe Gorgan, envuelto en esas ropillas tan elegantes, tenía aspecto de rollito de pimavera. Estaba para comérselo y, por eso, tuve que disimular y tratar de evitar que se me cayese la baba.

Mi estómago, no muy por la labor de disimular, rugió hasta que se escuchó en toda la clase y, más de uno, se giraron a mirarme, extrañados. Al escuchar el ruído estridente, yo misma me quedé alucinada y mis ojos casi se salen de sus órbitas. Pero, ¿por qué ellos?
¡Panda de cotillas! ¿Qué tendrá de malo que el profesor me dé hambre? ¡JUM!

Me concentré en la dichosa ficha(cubrirla para entregarla, después), pasando de todos esos incrúspidos mal alimentados.

Spoiler:

**Mizore Higashiyama** Miér Mar 23, 2011 5:20 pm

Extasiada, me dirigía al aula de magia, me había enterado que era un profesor el que nos impartiría la asignatura. En verdad, prefería que fuera una mujer, pero a falta de pan hay agua. Me desvié de mi camino hacia el aula para dirigirme al baño, toda mujer ha de estar preparada. Me dí los últimos retoques, me acomodé el pelo, me dí retoques en mi perfecta piel. Una vez ya terminada mi azaña, retomé mi curso hacia el aula.

Al entrar, el profesor aún no se hayaba con nosotros. Pero si que estaba allí la preciosa damisela, Sanaki D'Ors, lo que le hacía yo a ella si se dejara... Pero como no, pues tendría que convencerla e__e También se encontraba otra mujerzuela, una peliverde, también estaba para comérsela. En verdad, no había ninguno que no me gustase. Eso era lo que pensaba antes de divisar a dos chicos, quienes se sentaron bastante cerca. Uno de pelo negro, con cara de pocos amigos << Este no probó un rosco en su vida...>> Fué lo que pensé de aquel ser; el niño tímido de primera fila << Anda mira, otro que ni se atreve a sacarla...>> Ése rubito no valdría ni para medio segundo... Daba pena, pobrecillo.

Luego me fijé en un chico, quien parecía tenso, llevaba una gabardina. Ignorándole, y también al de al lado del primer nombrado, me senté al lado de Sanaki. - Hola, Sanaki, ¿que tal te encuentras hermosa? - Le hablé a mi gran amorcillo. Fuera estaban nuestros amiguitos animales jugando juntos, felices amigos desde siempre, un león pequeñito, el de Sanaki y un gatito blanco de rayas amarillentas, el mío.

El profesor, tras un poco de tiempo, llegó y nos dijo el típico discurcillo de presentación, un coñazo. Empezó a presentarte, Gorgan no se qué. Perdí la cuenta de lo que hablaba cuando me empecé a fijarme en él. Tenía un aspecto de pasota, ¿se iría de duro? Me gustaban esa clase de chicos... Se levantó y con ello no consiguió más que demostrarme sus músculos, no muy marcados, pero sí lo justos. En mi mente, ya circulaban miles de formas en las que...
Chirrió una tiza e interrumpió mis pensamientos, estaba copiando lo que tendríamos que hacer... Que pena que él no estuviera pensando lo mismo que yo. A mi lado, estaba Sanaki, quien parecía despistada y no se había enterado de una. Estaría deleitada en su propia belleza. Yo empecé a hacer el trabajo.

Spoiler:

Tras entregarle la ficha al dotado profesor, quien ya se encontraba otra vez sentado en su silla; volví, meneando mis preciosas caderas hacia mi sitio. Mostrándole a los presentes mi preciosa, por no decir perfecta, figura.

**Aileen & Achlys** Sáb Mar 26, 2011 1:05 am

Las gemelas habían llegado al aula cuando ya estaba medio llena, a ojos e Aileen, y medio vacía, a ojos de Achlys. Se escuchaban varios murmullos en el aula, denotando la gran actividad que se desarrollaba en ella. Las dos niñitas observaron a todos sus compañeros unos instantes antes de caminar por el pasillo hecho entre las mesas. Todos y cada uno de ellos eran sus nuevos compañeros de juegos... aunque, no lo supiesen. Corretearon de un lado a otro, persiguiéndose mutuamente mientras la cadena que las unía sonaba por encima de todo el ruido, y a veces se llevaba cosas arrastrándolas por el suelo. Pero... eran cosas de niñas

Justo cuando vieron al profesor asomándose, fueron corriendo a sentarse a los primeros asientos libres que vieron, casi delante de todo. Ambas se sentaron juntas, prestando atención al discurso del profesor... o al menos intentándolo. ¡Nunca hubieran pensado que ir a clase fuese tan divertido! Tanta gente a la que hacer sangrar... era un paraíso. Pero Achlys no estaba contesta del todo, porque tenía a Kirtash Nightmare delante y casi no podía ver al profesor. - ¡Oye tú, furcia peliverde, que no veo! - No te preocupes Achlys, siéntate en mis piernas - Le ofreció Aileen, por lo que la niña de ojos rojos se levantó y sentó encima de ella. Agarraron los papeles que tenía que rellenar.

-¿Cómo hacemos? - Yo lo escribo con tinta verde y tú con tinta roja, así se nos distinguirá - Vale... oye, supuestamente hay que poner apellido... - Hay, qué laastima, se nos olvidó - Dijo Aileen, con una gran ironía cargada en esa frase.

Spoiler:

Justo cuando acabaron, ambas se levantaron a la vez y fueron junto al profesor. - ¡Aquí tiene, Profe Filipino! - Dijeron al unísino y con voz de niñas, pero con un tono más educado de lo normal para su edad - no por nada, eran las princesas de un reino destruído por ellas mismas, algo de educación habían recibido - alejánose, para luego volver a su sitio.

**Ikuto Shineko** Dom Abr 03, 2011 8:13 pm

Hoy, nuevamente, tenía que ir a clase. Sorprendentemente llegaba con el tiempo justo, en vez de llegar tarde como era habitual en mí; parecía que empezaba una mañana llena de contradicciones... esperaba que al menos, el profesor de esta materia fuese algo más serio, no como el de Combate. Llamé clavando mis uñas en la puerta antes de entrar al aula, para echar un rápido vistazo a la gente. Vale, no era el primero en llegar, pero tampoco el último, perfecto.

Sin demora, y con mi mochila colgando de un hombro - tampoco sabía la razón por la cual llevaba una mochila, si ni casi llevaba nada en ella - y me dirigí a un asiento solitario. De nuevo, hoy haría una excepción y me sentaría correctamente en la silla, en vez de medio acostarme como de costumbre. Ya que era un día especial, ¡hagámoslo a lo grande!. Con un ojo cerrado y otro abierto, fui inspecionando uno a uno los presentes. Un par de chicos con rostros serios, una mujer que pretendía llamar la atención de una más pequeña... dos niñas gemelas jugando, ¿unidas por una cadena? Lo que hay que ver, pobrecillas, les resultará difícil estar con eso. ¡Ah, Kirtash y Happy! Lástima no haberme sentado cerca de ellos... pero mejor, así no sucumbiría a la tentación de entablar una charla con ellos. Y al fin, veía al profesor, que no era nada más y nada menos que el peliblanco del lobo gigante. Me preguntaba si dicho lobo aparecería también, aunque lo dudaba. Al menos, tenía la certeza de que este profesor si jugaba bien su papel como docente. Por lo poco que había podido comprobar, era razonablemente fuerte, y con eso llegaba.

Escuché la vocecilla de una de las niñas gemelas de antes, parecía tener un mal humor contínuo. Pobre chiquilla, seguramente fuera por la cadena... su hermana sin embargo parecía más amable, tal vez llevase mejor esa pequeña carga. Espera... ¿A quién había llamado furcia? ¿A Kirtash? Ya me caía mal esa pequeña de ojos rojos... aunque... ¿y si no sabía lo que significaba? Claro, seguramente, eran demasiado niñas como para ser conscientes de lo que decían, esas palabras tan mal sonantes seguro que las aprendían de los mayores. Vergüenza debería darles a estos muchachos. En fín, Ikuto, deja de pensar y ponte a escribir.

Spoiler:

Una vez rellenada la ficha, me levanté del asiento zarandeando mi cola azul a mi paso, hasta colocarme frente al peliblanco. - Aquí la tiene, Profesor Phylicks-nya~ - Susurré, entregándole la ficha, para luego volver sobre mis pasos al asiento. Ahora sí había cerrado ambos ojos, descansando.

**Atsuko Himura** Dom Mayo 01, 2011 10:42 pm

Una niña de largos cabellos, recogidos en una media coleta de caballo, ladeada, iba dando tumbos y saltitos por el pasillo, colmada de la ilusión que sentía. Era el primer día de clases y ahora le tocaba la clase de Magia. No era su fuerte, ni mucho menos, pero poco más podía sentir en esos momentos que un supremo júbilo... Aunque, llegaba tarde.

Atsuko llamó a la puerta, y luego asomó su cabecilla -Con permiso. Lo siento, es que me quedé dormida encima de un árbol -se justificó, con melodioso tono de voz y, tras dar un giro sobre sí misma, cerró la puerta, con suavidad. Se paró y buscó a su sompañero inseparable, Yami Kyoya. Una vez lo avistó, se sonrojó y se río por lo bajo, con una mano tapándole la boca. Al parecer, la, mentalmente, infante pensaba que ese joven sentía cualquier tipo de afecto por ella. Se ilusionaba en exceso, hasta el punto de que, cómo ahora estaba haciendo, siempre le seguía a todos lados, a plena carrera -¡¡Hola, Yami!! -le saludó, con una amplia sonrisa, mientras se sentaba tras él.
Al echar un vistazo general a la clase, girando la cabeza como si fuese una peonza, se percató de múltiples presencias conocidas, a quienes saludó con la mano, hasta que llegó a un chico que definía como... "Un tanto particular", pero que le parecía una bellísima persona, Dark Bidevan. Ello se reflejó en sus palabras -¡¡Hola, niño raro!! -le dijo mientras también agitaba, enérgicamente, la mano hacia su persona.

Sin embargo, un trozo de papel apareció ante su vista y, entonces, se dio cuenta de que, aparte de que había tarea y que, seguramente; el profesor tenía unas ganas impresionantes de que le regalase un poco de su silencio... Pues había que rellenar un cuestionario. Era pequeño, pero a la, también, pequeña muchacha, le resultó toda una aventura para un primer día de clase. Cosa que, a juzgar por las caras del resto, no era la opinión general.

Spoiler:

Una vez hubo temrinado la ficha inicial, fue junto al profesor, a paso de potrillo. Se la dejó encima de la mesa -Aquí tiene, Profe -y se retiró, para volver a sentarse y, así, poder observar, furtivamente, a Yami Kyoya, entre múltiples, y contínuos, suspiros.

**Elexya C. Wilder** Miér Mayo 18, 2011 4:05 pm

Entré al aula, todavía con tiempo estra para sentarme con calma y repasar con la mirada a mis compañeros. Me despertaban todos una gran curiosidad, pero no pretendía ser descarada, así que decidí ir a mi rollo. Di un giro sobre mi misma y dejé caer algo de rocío de las flores de mi cabeza, que dio un olor refinado a la estancia. Demasiado frutal, pero olía agradable para mi gusto...
Todo era una estrategia. Bueno, más bien era un plan de supervivencia. Yo era... Algo hiperactiva. Me costaba en demasía quedarme quieta, pero lo necesitaba, y es sabido que siempre que te encuentras en un lugar de dulce fragancia, la estancia te resultaba más llevadera.
Me senté, como la formal niña que quería que todos creyesen que era, ocultando mi lado pillín, que cavilaba este tipo de estratagemas revolucionarias de las narices
También, me dediqué a mover las piernas, con frenetismo, mientras el profesor hablaba. No podía soportar el tener que quedarme quieta más de cinco minutos... Por bien que oliese el aula. ¡El profe Gorgan era taaan cruel! Si ya sabía yo que sus padres no le querían, por eso le pusieron ese nombre tan feo y desprovisto de estilo.

Comencé a golpear la mesa, de modo casi inaudible, con mis dedos, uno tras otro, mientras el profesor charlaba. Eso sí, nunca más de lo necesario. Bostecé. Me rendí. No podía soportar las ansias de moverme. Ya abandonando mi determinación de quedarme quieta, saqué mi libro de detective y, moviendo la cabeza como una peonza, para poder ver a mis compañeros, tomé nota sobre todo lo que veía en aula, cualquier cosa que se moviese.
Me llamó la atención, especialmente, que había gente del otro día, en el que conocí a Gorgan, también. Estaba el tío gato que casi se merienda el amago de mascota del profe, el pequeño gato y, por consiguiente... ¡¡¡Kirtash!!!
Iba a saludarla cuando, de repente, una renacuaja con un clon se puso a gritarle como una loca. ¿Cómo se atrevía? NADIE le grita a Kirtash.

Alcé la cabeza, enfocando mi furibunda mirada hacia la agresora. Me estaba dando una buena rabieta. La señalé, sin reparos, con el dedo índice y expresión de asco en el rostro -Pero, ¿quien te crees que eres para hablarle así a Kirtash, intento de réplica?- grité como una loca posesa, para luego tomar aire... El que había perdido al gritar de forma tan exagerada -Procura que no tenga que enseñarte el lugar que ocupan los retacos como tú... Ah, no, que la cadena no te deja moverte lejos de tu hermanita. Cuando te independices, será -y con una risa sarcástica, torcí el gesto, para ponerme a cubrir la ficha que el profesor había pedido.
Eso, no sin antes hacer un par de anotaciones en mi cuaderno: "Aileen & Achlyss. Dos gemelas que, como carecían de personalidad, se volvieron opuestas, para intentar ser guays... Cosa que, evidentemente, les salió de pena. Una de ellas solo sabe reir como una idiota, la otra ~~busca~~ encuentra maneras más degradantes de demostrar su estupidez."

Suspiré profundamente y, tratando de olvidar aquel patético incidente, me puse a cubrir la ficha de clase. Aunque, todo sea dicho, con la fuerza que había escrito en mi cuaderno, ya me dolía la mano.
Spoiler:

Le entregué la hoja al profesor y, acto seguido, ya volví a estar contenta. Sacudí mi mano, en busca de algo de circulación que rondase por allí cerca... En ese lugar donde solía haber... Las venas, solían llamarle aquellos que todavía las conservaban... Poco tiempo les quedaba a las gemelas ^^

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1ª clase, obligatoria para todos los cursos.

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